domingo, 13 de enero de 2013

Capítulo 3: Sangre Derramada


El silencio reinaba en el patio. Los murmullos de algunos de los presentes inundaban el ambiente de tensión y nerviosismo.
Cinco personas habían aparecido en el amplio y colorido jardín causando una mudez instantánea entre los presentes.
Su aura era vigorosa, imponían temor y respeto solo con su presencia.
Eran conocidos como la cumbre de los asesinos de élite de la familia, los llamados popularmente The Crown, por ser reconocidos como los mejores asesinos por todo el mundo.
Muchos de los asistentes empezaron a cuchichear sobre la razón por la que habían venido. Todos sabían que su presencia allí solo crearía problemas.
Eran solo cinco las personas que habían podido alcanzar el poder suficiente como para unirse a esta selecta agrupación. Sus nombres, hacían que con solo pronunciarlo muchas personas saliesen huyendo muertas de miedo.
La subida de el terzo boss al pequeño escenario provocó un silencio pesado y absoluto.

-A continuación el jefe nos dirá unas palabras.

-Lo primero, muchas gracias por haber acudido sin que hayamos dado una explicación previa. La verdadera razón por la que todos nos encontramos aquí es porque, como muchos de vosotros sabéis, desde hace un tiempo mis condiciones físicas y de salud no se encuentran del todo bien, debido a la perpetua enfermedad que me lleva azotando desde que nací y que, se ha acentuado por la edad. Esta, me ha obligado a tomar una drástica medida. Y es por ella que todos nos encontramos aquí, para celebrar la ceremonia de sucesión del jefe. Hoy voy a elegir a uno de mis dos hijos para que se convierta en el Santonni quarto. 
>>Les agradecería que  aceptasen mi elección con la mayor aprobación posible-Franchesca, la cual estaba detrás de las cortinas del escenario esperando con impaciencia la declaración de su padre, jugueteaba con el sobre que le había dado su padre para su hermano.Entonces lo presintió. Sin pensárselo dos veces se puso en pie.- Y el elegido para ser el quato boss es... .

Franchesca irrumpió precipitadamente en el escenario y empujó a su padre haciéndole esquivar una daga que se clavó en su abdomen.

-¡Franchesca!
Los asistentes desenfundaron sus armas dispuestos a cazar y matar a aquel que había atentado contra su jefe y había matado a su hija.

Pero ya era demasiado tarde.

-Vosotros basuras, os diremos quien será el siguiente jefe de la familia, nadie más que nuestro genial jefe-Dijo una voz muy cursi-Solo él se merece ese excepcional puesto.

-¡Calla Cintia!¡Eres muy ruidosa!- Contraatacó una voz masculina a pleno pulmón-.

-Kukukuku. Aquí el único que esta siendo ruidoso eres tu, Silver, ¿acaso quieres que te asesine?-Dijo ella mientras afilaba una de sus dagas.-

-¡¿OYE TU DE QUÉ VAS?! ¡TE MATARÉ SI NO CIERRAS TU BOCAZA!-Gritó Silver apuntándola con su espada.

-¡Callaos ya!-Gritó una voz femenina que les hizo parar en seco- Resignaros a cumplir la misión, dejad vuestras estúpidas discusiones para luego. Quiero terminar cuanto antes con esto.

-En ese caso, que corra la sangre, kukukuku.

Como un rayo, tres de los cinco integrantes de The Crown abandonaron sus puestos para lanzarse al ataque.
En menos de cinco minutos todos habían muerto.
Un mar rojo se extendía debajo de los cadáveres de los asistentes, nadie había sobrevivido.
Los cinco asesinos causantes de la masacre ya se habían ido, seguros de haber matado a todos los que allí se encontraban.

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Klaus abrió los ojos lentamente después de tener un bello sueño. Se levantó con esfuerzo, estaba bastante dolorido.
Con pesadez, se levantó de la pequeña camilla en la que estaba tumbado y salió de la tienda.
Nada se puede comparar con el dolor que sintió al ver la escena que había fuera.
 Por encima de la densa espesura del bosquejo, Klaus vio como un su casa era quemada por un inusual fuego de color cobalto. 
Una tenue lluvia empezó a caer lentamente, como si no quisiese llegar nunca al suelo.
A pesar del dolor, Klaus echó a correr en dirección a la que antes era su hogar.
La suave lluvia le arrancó de su rostro las lagrimas que no pudo contener al ver el patio lleno de cadáveres. A voces llamó a su hermana, hasta que la encontró tirada en el suelo con una daga clavada en el vientre.
Horrorizado, vio como aun, ella agonizante le pedía perdón.

-Franchesca, enana, dime, quien ha hecho esto.

-Ellos... The... The Crown-La ira llenó el corazón de Klaus.Que se levantó para ir a buscarles-No... hermanito... quédate conmigo por favor .. .- Le dijo Franchesca haciendo un ultimo esfuerzo mientras le tendía la carta a su hermano.-

Lentamente la lluvia que azotaba el suelo se fue llevando el color carmesí de la teñida hierba poco a poco.
Klaus, firme a su promesa, esperó de rodillas llorando en silencio hasta que su hermana pequeña dio su último aliento.

Así ocurrió la masacre que tuvo como consecuencia el comienzo de la caída del imperio de los Santonni

Espero que os guste! Saludos!







lunes, 7 de enero de 2013

Segundo capítulo

Buenas! ha pasado un tiempo desde que escribí el último capítulo, lo se, y lo siento. Por eso, como regalo de vuelta de navidades hoy publicaré uno y el próximo la semana que viene. Espero que os gusten.

*terzo es tercero en italiano y boss, jefe.
**la masamune es una katana japonesa.

Capítulo 2: Franchesca.

Franchesca era como una bella flor al alba, siempre estaba radiante y bella como un sol, constantemente con una gran y cálida sonrisa en su rostro, era una gran persona, eternamente feliz y dispuesta a ayudar a cualquiera y a proteger a los suyos con su vida. 
Era humilde y tenía una contagiosa risa que hacía reír hasta la más fría de las personas. 
A pesar de su personalidad, Franchesca era una de las mejores asesinas de la familia, su destreza con sus preciados abanicos de placas era tan grande que con diez años ya cumplía misiones que para otros son simplemente imposibles. 
Su carácter era muy infantil, lo que lleva a muchas personas a creer que era más joven aun. En realidad ella tenía catorce años.

Tenía el pelo castaño oscuro, como la corteza de un robusto roble, que en verano adoptaba un tono más claro.
 Como todo el linaje Santonni, ella poseía un largo y espeso mechón rubio que le cubría parte de la cara. Otra herencia familiar eran sus ojos, uno era azul profundo, cristalino como el mar y el otro de un color amarillo potente con unas pequeñas rayas marrones que le daban un aspecto salvaje.
Todo el mundo siempre decía que era el vivo retrato de la difunta esposa del jefe terzo, la chica que se dice que, murió de tristeza.

Los Santonni  era una de las familias más poderosas y grandes de la mafia mundial, la fuente de su poder y de su gran crecimiento, era la calidad y eficiencia de sus asesinos, quienes destacan por su eficacia, profesionalidad a la hora de aceptar misiones de muy alto rango y de su gran y variado poder, que era un legado de la familia que se pasaba en cada generación.

Dentro de esta, había más de cuatro mil personas, entre asesinos, ayudantes de la familia, espías... y las clases altas de esta.
La familia, se dividía en dos ramas: en la primera, se encontraban los primogénitos, la verdadera familia del jefe y sus hombres de más confianza; en la segunda se encontraban los asesinos, cazarrecompensas y los jefes del mercado negro, dentro de esta segunda rama había dos subdivisiones, los white shine, las personas que se encargaban tanto del mantenimiento de la familia como de la protección y seguridad de esta y  la segunda, los black shadowls quienes se encargaban de los trabajos sucios.

Klaus y Franchesca eran los primogénitos del terzo boss* Santonni, el llamado Silver Boss (Ya que uno de sus ojos era de color plateado, con un brillo metálico), que era una de las personas más poderosas (Respecto a su propia  fuerza) del mundo. Pero últimamente había tenido algunos problemas acentuados por la edad, por eso, había decidido nombrar a uno de sus hijos como el quarto Santonni.

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Después de cambiarse Klaus salió de la gran habitación seguido de su hermana pequeña que trotaba por los pasillos de la colosal mansión hasta llegar al salón donde se encontraba el comedor.

-Buenos Días señoritos, por favor siéntense en seguida les traeremos su desayuno recién hecho.

-Gracias Samantha-la sirvienta hizo una pronunciada reverencia y salió por la puerta con paso rápido y firme-Por cierto, ¿Qué tal has dormido?

-Genial, hermanito-Franchesca le dio un sorbo al tazón de leche que Samantha  le había traído- ¿Y tú, hermanito? Ayer empezaste a gritar y a hablar en sueños, casi me muero de miedo.

-No te preocupes enana, solo fue una pequeña pesadilla.-Klaus prefirió mentir a su hermana antes de decirle que tenía ese sueño todas las noches desde hacía más de seis meses.-

-Murmurabas cosas muy extrañas-insistió Franchesca- Dijiste algo de que nos tendríamos que doblegarnos ante ellos.

-¿Y dije quién eran ellos?-Dijo Klaus perdiendo el color.

-mmm, no, luego empezaste a decir cosas más raras aun, no te entendía así que me volví a enterrar en las mantas.

-¿Y nada más?

-No... Ah bueno sí, luego te levantaste sonámbulo y empezaste a bailar thriller-dijo totalmente seria.-

-Eh... ¿En serio?

-No-La estridente y contagiosa risa de Franchesca resonó por todo el dormitorio-Pero admito que habría molado mucho. 

Franchesca se tomó lo que le quedaba de leche en el tazón de un trago y luego lo dejo sobre la mesa. Esta vez fue Klaus quien se rió.

-¿Qué pasa?-Preguntó ella con un tono enfadado.-

-Que bien te queda el bigote enana.

Klaus siguió riéndose mientras ella se quitaba los rastros de leche que le habían quedado sobre los labios.

-Buenos días chicos. Me alegra que esteis tan alegres en la mañana de vuestro gran día- un hombre alto y robusto, corpulento y de anchos hombros entró en la sala. Aparentaba unos veinte años.-¿ Estáis listos? todos os están esperando a fuera.
-¿Gran día? ¿Qué pasa hoy?-Preguntó Klaus con cara extrañada.-

-¿No recuerdas hermanito? Hoy, después de una exhibición dirán quien de nosotros sera el Santonni Quarto. Estoy muy emocionada, mucha gente va a venir a vernos desde todos los lugares del mundo.

-mmm...-Klaus se tocó la parte trasera de la cabeza e hizo una mueca de dolor.

-Déjalo hermanito-La sonrisa de Franchesca le calmó un poco-no te sobreesfuerces-Dijo mientras le acariciaba suavemente, con dulzura.

-Al menos te acordarás de como manejar tus masamune** ¿no?-Klaus asintió un poco confundido.- Entonces no hay problema-Dijo soltando una carcajada y dándole una fuerte palmada en la espalda.

-¡Entonces vamos! ¡Papi ya debe de estar ahí a fuera esperándonos!¡Debemos dar lo mejor de nosotros!

Frachesca se levantó con brusquedad moviendo la mesa y haciendo que el tazón de leche de Klaus se le cayese encima.
-Oh ¡Otra vez no!¡Me niego!-gritó- lo siento hermanito- dijo al comprobar que lo había empapado.

-No te preocupes enana, ya es una costumbre tuya tirarlo todos los días y mía no esquivarlo. Además sabía que esto iba a pasar así que me he traído otra camisa para cambiarme.

Pero ella no le escuchaba, había salido corriendo al patio y lo atravesaba a gran velocidad. Klaus y David le siguieron y se encontraron un océano negro de personas trajeadas.

-¡Hermanito!-Se escuchó entre la multitud- ¡Papá está aqui!

Klaus se giró y vio a su hermana abrazando a un hombre que él no conocía, se fijó en él, en sus rasgos familiares y a la vez duros, pero no pudo recordarle.

Una punzada de dolor atravesó como una flecha la cabeza de Klaus, este, cayo al suelo cogiéndose la cabeza con fuerza. El dolor le atravesaba la cabeza haciéndole retorcerse de dolor.

Lo último que Klaus escuchó antes de desmayarse fue la voz de su hermana gritando su nombre entre la multitud.
-¡Klaus!

Espero que os guste!

Feliz 2013